
La Senadora Provincial e Intendente electa participó en horas de la tarde del domingo de la Procesión y Misa Central por la Celebración de la Patrona de Curuzú Cuatiá.
La ciudad de Curuzú Cuatiá vivió una jornada de profunda fe y devoción al celebrar a su Patrona, la Virgen del Pilar. La festividad central, que se realiza cada 12 de octubre, congregó a los fieles en un clima de fervor y esperanza.
Los actos centrales dieron inicio con la tradicional procesión que partió desde la Plazoleta Italia hasta el templo parroquial, encabezada por la imagen histórica de la Madre del Pilar, que acompaña a la comunidad curuzucuateña desde sus orígenes. Cientos de peregrinos de la esperanza acompañaron el recorrido, manifestando su devoción a la "columna" que sostiene su fe.
La celebración eucarística fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Goya, Monseñor Adolfo Canecín, acompañado de los sacerdotes de las tres parroquias de la localidad.
Durante una emotiva celebración, el intendente saliente, José Irigoyen, y la intendente electa, Verónica Espíndola, expresaron su profunda gratitud a la Madre del Pilar, pidiendo su luz y fortaleza en la construcción de una ciudad mejor para todos.
Monseñor Canecín, en su mensaje, hizo un llamado a construir una Iglesia sinodal que abrace a todos desde la escucha y las acciones concretas, enfatizando en la importancia de caminar juntos en la fe y la fraternidad para afrontar los desafíos de la sociedad actual.
Con un festival popular en honor a la Patrona, la comunidad de Curuzú Cuatiá concluyó una jornada que renueva el compromiso con los valores de la fe y la unidad, bajo el amparo de la Virgen del Pilar.
PRENSA VERONICA ESPINDOLA








