El sábado llegó a Curuzú Cuatiá las cenizas del Padre Antonio Tiberi, el querido sacerdote fallecido en Córdoba, cumpliéndose de esta manera con su deseo que era que cuando parta de este mundo sus restos descansen en el Colegio Salesiano San Rafael.

La bienvenida fue con una Misa de Acción de Gracias que se ofició desde las 20 horas a cargo del Padre “Fito” Aguirre, finalizado el oficio religioso las cenizas fueron trasladadas al patio de la institución educativa, donde fueron depositadas en un lugar especialmente asignado.

Las actividades cerraron con una gran peña musical.  

Feligreses, ex alumnos, miembros de la comunidad educativa actual y autoridades, participaron de este emotivo encuentro.