
Una impresionante cantidad de hacienda muerta se registró en un campo de Curuzú Cuatiá y las imágenes se viralizaron en las últimas horas, según señala una publicación del Diario La Nación en su Sección Campo.
Unas 240 vaquillonas de reposición de un plantel ganadero Braford murieron en un establecimiento a 12 kilómetros de Curuzú Cuatiá. La pérdida económica superaría los $24 millones según distintas estimaciones en función del valor de la hacienda.
La hacienda, de unos 220 a 240 kilos por animal, estaba sobre un verdeo de raigrás. La causa del deceso supuestamente fue por una intoxicación con nitratos, algo que se está observando en zonas que se vieron afectadas por la sequía y quedaron con napas muy bajas. En el establecimiento hay unas 900 cabezas y, hasta el momento, el lote con esa cantidad del ganado es el que se vio afectado.
El Litoral dialogó con el licenciado en Administración Agraria, técnico de Campo y Extensionista del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Hernán Preisz, quien confirmó el hecho y aclaró que “sucedieron varios casos más, nosotros por la agencia de atenciones hemos atendido más de 10 casos de intoxicación con nitrato que terminó con muertes de animales. Este fue resonante por el volumen de animales pero los casos se vienen repitiendo desde hace dos meses en la zona”.
“Nos enteramos que hubo muchos más, pero que no pasaron por el Inta para consultarnos o no pidieron nuestros servicios. Por un tiempo más vamos a tener el problema”, dijo.
Sobre las causas que desencadenaron la intoxicación con nitrato en los animales comentó que “uno de los predisponentes es la sequía que descompuso mucha materia orgánica, muchas raíces, sacó el tapiz que podía absorber los nutrientes de esas raíces y quedo todo disponible ahora. Cuando se hicieron los verdeos al levantar demasiados nutrientes, los nitratos se vuelven tóxicos”.
“Un punto importante es el manejo, puede o no haber concentración de nitrato en la planta, pero el manejo es crucial. El camino sería no fertilizar si sabemos que tenemos alto crecimiento de plantas y vigor. Segundo es entrar al pastoreo en horario por franjas y las franjas tienen que ser medianamente grandes, de manera que el animal, cuando pastoree, levante solamente hojas y no vaya hacia la estructura y el tallo que es donde hay más concentraciones”.
“El punto crucial para poder pastorear los verdeos de invierno es el tema de un pastoreo muy liviano, aparcelado y con control de horario. Y una vez que salen los animales observarlos un poco más, para saber si hay casos de intoxicación para actuar rápidamente con azul de metileno, que es el antídoto para esto”, remarcó.
En esa línea también agregó que “después, con el tiempo, cambia la estructura microbiana del animal y se acostumbra a levantar alimento con alto contenido de nitrato y por ahí disminuye la incidencia. El punto más importante y primordial es el tiempo que están sobre la pastura y el que comen”.
“La extrema sequía del último año fue crucial para este desencadenante. Fue tan fuerte la sequía que el tapiz vegetal se murió completo, no solamente perdió la parte aérea de la planta, sino que la raíz se murió y al morirse esa raíz se transforma en materia orgánica y esa materia orgánica deja minerales y nutrientes disponibles en el suelo”, relató
“Luego cuando empieza a haber algo de lluvia como hubo en los últimos tiempos, eso pasa a la fase líquida del suelo, y la planta absorbe demasiados nutrientes, específicamente nitratos y no las puede utilizar porque es mucha la cantidad en base al crecimiento que tiene la planta y eso es lo que dispara esta intoxicación”, explicó.
“Cuando uno no sabe que hay una alta cantidad de nitrógeno en su suelo (en forma de nitrato) y fertiliza, hay más predisposición para que haya casos de intoxicación”, aseguró.
FUENTES DIARIOS LA NACION Y EL LITORAL








